GRAN CASA SOLARIEGA CONVERTIDA EN NEGOCIO RURAL

El edificio es una gran construcción de piedra de 484 m² que se adapta a la escarpada orografía del terreno manteniendo su magnífica estructura original que conserva, en parte de sus muros, las piedras de sillería con las que fue edificada, probablemente en el siglo XVIII.

La vivienda se asoma al valle del río Záncara como si de un balcón se tratara, ofreciendo una impresionante panorámica. En los años 90 se rehabilitó para convertirla en 4 coquetos apartamentos rurales que pueden transformarse fácilmente en una espaciosa casa familiar.

En la fachada orientada al este se sitúa la soleada terraza que distribuye parte de las estancias; es un acogedor espacio al aire libre con barbacoa, parterres de flores y plantas aromáticas y una frondosa higuera centenaria que proporciona sombra en los cálidos días de primavera y verano.

Los apartamentos cuentan con una distribución funcional, ajustada a las necesidades actuales, con cálidos y luminosos espacios decorados con estilo rústico, con suelos de barro y baldosa hidráulica, techos con vigas de madera vista y bovedilla y paredes con frescos originales entre otros muchos detalles.  En total dispone de varios salones con zona de comedor y cocina integrada, 7 dormitorios con baño, un patio y una terraza situada en el antiguo palomar. La casa dispone de calefacción central, aire acondicionado y conexión a internet.

Esta fantástica propiedad se encuentra a tan solo 130 kilómetros de Madrid en una pintoresca localidad enclavada en una empinada ladera de la sierra de Zafra; se trata de un conjunto urbano de gran interés por la empinada orografía donde fue construido. Un pueblo entre las comarcas de La Mancha y La Alcarria, con casas señoriales de piedra y otras viviendas encaladas en blanco, que se acoplan al abrupto terreno integrándose a la perfección en el paisaje.