PARA VIVIR EN EL MUNDO RURAL

Una antigua vivienda tradicional construida en piedra, con muros perimetrales de 90 cm. de grosor, ha sido rehabilitada con mucho encanto manteniendo su esencia original y añadiendo materiales actuales para dotarla del máximo confort. Cuenta con techos nuevos con viguería de madera de pino natural, suelos de barro en la planta baja y tarima de roble macizo en la planta superior, además de baldosa hidráulica artesanal en los cuartos de baño. Las cubiertas, también nuevas, son de teja árabe.

La vivienda cuenta con 233 m² construidos que se desarrollan en dos plantas. Dispone además de una pequeña bodega excavada en el subsuelo, bajo la construcción. La cuidada decoración de sus estancias, a base de antigüedades y manteniendo algunos elementos originales y materiales recuperados, aportan una agradable calidez a todos los espacios.

En la planta baja se distribuyen el zaguán, un confortable salón comedor con chimenea, cocina con zona de estar con chimenea, distribuidor y un dormitorio y un cuarto de baño; en esta planta además se encuentra una zona de office con despensa, cuarto de calderas y lavadora, alacena y el acceso a la bodega. A la planta superior se accede a través de una singular escalera que ha mantenido el diseño original, alberga esta planta, de techos abuhardillados, dos dormitorios con baño.

En la fachada posterior, la vivienda tiene acceso desde la calle a un encantador patio con porche, y terraza cubierta que ofrece una espectacular panorámica del valle del Badiel y los campos de cultivo y alamedas tan típicas de la Alcarria.

La casa dispone de agua caliente con doble caldera y placas solares, situadas en el tejado, calefacción con las tradicionales estufas de leña y radiadores eléctricos. Tiene además preinstalación para caldera de pellet. Hay buena conexión a internet, cobertura de wifi y cuenta con todos los servicios municipales.

La pequeña población donde está situada la propiedad mantiene su apacible forma de vida de tiempos pasados, se trata de una antigua villa, que históricamente perteneció al Señorío de Hita. En la actualidad, sus 30 habitantes, continúan dedicándose a labores agrícolas y ganaderas.  El mágico entorno natural, goza de un paisaje que cambia en función de las estaciones del año de manera asombrosa y que nada tiene que envidiar a la célebre Provenza Francesa.

Esta región, despoblada y tranquila, se encuentra a sólo 90 km. de Madrid y a 15 km. de la conocida villa de Brihuega y sus admirados campos de lavanda. El lugar perfecto para disfrutar de una magnífica calidad de vida.