EMBLEMÁTICO CIGARRAL TOLEDANO

Desde épocas inmemoriales, estas magníficas casas de campo al otro lado del río Tajo, fueron usadas por la más alta nobleza toledana como casas de recreo, para estancias fuera de la calurosa ciudad en épocas estivales.

En la zona de La Bastida, en la margen izquierda del Tajo, emerge esta imponente construcción de 882 m² construidos en 3 plantas; el edificio fue actualizado a principios del s. XX y conserva cierto aire art decó en su decoración y la distribución de sus espacios interiores, con coloridos suelos de baldosa hidráulica, barandillas y escaleras de forja y espacios muy amplios y luminosos. La mayoría de las dependencias se distribuyen en torno a un patio central, con lucernario y las galerías en la primera y segunda planta, que dan paso a las estancias superiores. Aún conserva algunas de sus vidrieras, en la zona de pasillos y escalera.

Sus fachadas exteriores, ofrecen un sobrio diseño, donde únicamente destacan las grandes ventanas de sus fachadas y la marquesina de cristal emplomado que cubre la puerta principal. Esta zona se abre al jardín con una pérgola antigua de hierro y a modo de balcón, ofrece una impresionante panorámica del río y el casco histórico de Toledo.

En la parte posterior del edificio existen otras construcciones para labores agrícolas, vivienda de guardeses, una antigua noria, y un gran palomar construido en ladrillo de era que recuerda una torre medieval, por sus pequeñas almenas.

El terreno que rodea la construcción se encuentra vallado con muro de piedra y dispone de 27.000 m² de superficie.

En definitiva, una excelente propiedad que ofrece la oportunidad de invertir en Patrimonio, en una de las ciudades con más turismo cultural de España; y por su cercanía con Madrid, a veinte minutos en tren de alta velocidad, puede ser la opción perfecta para convertirla en primera residencia.