CORTIJO ANDALUZ EN UN MAR DE OLIVOS

En el corazón de la campiña cordobesa se encuentra esta excelente finca de 32.736 m² con plantación de 350 olivos en producción.

La finca alberga un conjunto de edificaciones típicas de la arquitectura agraria de la comarca, el tradicional cortijo andaluz se ha convertido en la actualidad en una acogedora residencia rural formada por dos edificios en forma de L que se distribuyen en torno a un agradable patio central en el que se desarrolla la actividad principal de la casa y donde además de la piscina encontramos una zona de terraza con barbacoa.

En la rehabilitación se han renovado las antiguas edificaciones pero conservando techos y cubiertas interiores de madera, maquinaria del molino de aceite y la mayoría de sus elementos arquitectónicos originales.

La fachada principal del caserío se abre a una terraza solada de gran amplitud, completada con una balaustrada y una fuente de agua. Desde el lateral derecho de la vivienda se accede a las naves destinadas a talleres, cocheras y almacenes.

La superficie total construida es de 1.594 m² en los que se distribuyen la casa señorial de dos plantas, un antiguo molino de aceite, bodega y varias edificaciones destinadas a salas de reuniones y naves agrícolas.

La vivienda principal cuenta en su planta baja con 1.067 m² construidos. Un vestíbulo da paso a las escaleras de acceso a la primera planta a dos amplios salones, un dormitorio, comedor y dos cuartos de baño. La planta superior de 527 m², dispone de dos salones y seis dormitorios con baño. La otra parte del edificio alberga la cocina, una sala y los aseos-vestuarios de la piscina con una sauna.

Esta espléndida hacienda se encuentra en el centro de Andalucía, a menos de dos horas de las principales capitales andaluzas: Málaga, Granada, Córdoba o Sevilla y perfectamente comunicada por distintos medios de transporte, la estación del AVE más cercana está en Puente Genil a sólo 21 km de distancia.